lunes, 7 de febrero de 2011

A causa de algún otro.

Y entonces ella continuaba y continuaba metiendose lacasitos en la boca, y obserbava como se le hinchaban las mejillas por los trozos de chocolate que ya no era capaz de tragar, las lágrimas brotaban de sus ojos hasta que acabó derrumbandose totalmente, su hermano, que no era consciente de lo que por dentro de la chica ocurría solo se quedó mirandola sin saber que hacer, ella sorbió por la nariz otra vez, cerró los ojos e intentó frenar la interminable cascada de lágrimas, y para cortar el silencio solo se le ocurrió decir -tengo mocos-. A lo que su apuesto hermano contestó seguido de un abrazo -no cielo, lo que tienes son lágrimas-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario