domingo, 26 de diciembre de 2010

Árboles, en navidad.

Y entonces, las ramas de los árboles alzaban sus hojas, tratando así de no inundarse con lo que parecía la navidad. Las copas mojadas chorreaban sabiduría, y los anchos troncos, esos que parecía que llevaban tropecientos años sufriendo el frío invierno, lo único que hacían era hipnotizarte con su experiencia, conseguían persuadirte para girar la cabeza y mirarlos una vez mas. Y así, enorgullecerte de la tierra, del sol, de la naturaleza, de la sabia armonia que conseguía sacarte una sonrisa en una vez más, en Navidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario